top of page

SINGLE POST

Reiki - Energía Universal

El Reiki, La Cura a Través de la Transmisión de Energía El Reiki es una técnica japonesa de relajación y reducción del stress. Promueve el alivio de dolencias físicas, mentales y emocionales. Forma parte de las técnicas alternativas que se valen de la energía vital o “Prana” y la energía cósmica para sanar. Con el empleo del Reiki, las condiciones negativas se convierten en positivas. Reiki es un concepto formado por dos vocablos japoneses: “Rei” y “Ki”, que se refieren a dos formas de energía que son fundamentales. “Rei” significa energía del universo. Todos los seres estamos conectados a esta forma de energía. Cuando fluye libremente a través de nosotros, produce salud y bienestar. “Ki” es la otra raíz de la palabra Reiki, es la energía vital que circula dentro del organismo de los seres vivos. Esta energía y la calidad de la misma, difieren enormemente de un ser a otro. El objetivo básico de un tratamiento Reiki, es integrar e interactuar en forma armoniosa el Rei, la energía del universo, con el Ki, la energía vital interna de los seres vivos para el restablecimiento de su salud y para la modificación de las conductas, hábitos y actitudes. El Reiki utiliza la fuerza vital que fluye a través nuestro. La energía vital es sensible a los pensamientos y sentimientos. Se deteriora cuando aceptamos, ya sea consciente o inconscientemente, pensamientos o sentimientos negativos acerca de nosotros mismos. Estos pensamientos y sentimientos negativos se adhieren a nuestra interioridad causando una interrupción en el flujo de la energía. Es allí, en el estancamiento de la energía vital cuando se producen molestias, dolencias, malestares en cualquiera de los planos físico, mental o espiritual de las personas. El Reiki busca restablecer el libre flujo de la energía modificando la carga negativa en carga positiva de la misma, es decir que modifica la polaridad de la energía que vibra dentro de nosotros. Se eleva el nivel vibratorio del campo energético dentro y alrededor del cuerpo físico donde se encuentran los pensamientos y sentimientos negativos. Esto hace que la energía negativa se desbloque y se elimine. De este modo, Reiki limpia, alinea y sana los circuitos de la energía permitiendo así que la energía vital fluya de una manera sana y natural. El Reiki se aplica con el paciente acostado y, si es necesario, cubierto con una manta. El practicante coloca sus manos suavemente sobre la zona afectada o en el caso de un tratamiento completo, en todo el cuerpo empezando por la cabeza y terminando en los pies. Cada posición de las manos es mantenida durante unos minutos sobre los “Chakras” o centros energéticos principales. El paciente siempre está vestido, y las posiciones de las manos son siempre sobre zonas que no vulneran la intimidad de la persona. Durante el tratamiento con Reiki los pacientes refieren sentir una profunda relajación y calma interior. Muchos de ellos alcanzan un nivel de tranquilidad que los induce al sueño, cosa que no influye para nada el resultado final. A veces, el paciente siente una especie de "cosquilleo" o calor en diferentes partes del cuerpo según la energía fluye a través de su cuerpo, esto indica que la energía estancada ha comenzado a circular nuevamente. Otras personas ven colores, experimentan una sensación de "flotar" o sienten emociones que salen a la superficie. El Reiki produce beneficios tanto a corto como a largo plazo, por lo cual no hacen falta repetidas e interminables sesiones. De todas maneras, los estados que se logran son tan placenteros que muchos optan por hacerlo en forma frecuente. Sea cual fuere la dolencia, el efecto principal de Reiki es crear paz y tranquilidad. Brinda las condiciones energéticas necesarias para afrontar las preocupaciones y conflictos cotidianos de la vida, tornar el estado de ánimo positivo y darle una forma más optimista a la propia vida manejando mucho mejor las situaciones de estrés y ansiedad.


bottom of page